La energía es todo lo que hace que esta vida esté viva. Infunde orden y belleza a la materia inerte. No pone obstáculo a lo que se desea.
Con el paso de los años pude observar que hay tanta energía solidifica en el ayer o en el mañana, que ya no quedan fuerzas para hacer demasiadas cosas nuevas. Por eso los más importante es llevar presente a nuestra vida y conectarse con el AHORA, que es lo único que existe.
Hay que dejar de ver las cosas que están ahí como si fuesen ajenas a uno. La realidad es que hay un hilo invisible que conecta los pensamientos con todas las cosas existentes.
La ira, la negatividad, son emociones de energía atascada, la cual si no se libera, nunca se sentirá de otra forma, depende de nosotros esa capacidad de liberarla.
Cuando la energía fluye se siente liberado y vivo, relajado y preparado para enfrentar cualquier situación. ESE ES EL IDEAL: HACER FLUIR NUESTRA ENERGÍA.
Tener un día bueno significa que la energía está fluyendo, malo que está atascada. Aunque cuesta, es un proceso natural: cuando se ríe se está moviendo energía, cuando se siente amor, cuando se realiza lo que se ama, cuando se libera tensión, cuando se medita, cuando se realiza alguna actividad física, contacto con la naturaleza, o cuando se descubre realmente lo que es uno, se mueve la energía.
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Por eso empieza a convertirte en el observador de esos pensamientos, sentimientos, miedos, sensaciones y déjalos FLUIR, conviértete en un canal de atracción y vibración alta permanente. Es un proceso que te hará sentir como realmente amas vivir, como realmente viniste a vivir.
Agradece lo que ya tienes, deja ir, confía y ama.
